Fantástico jarrón de porcelana blanca y de gran tamaño, decorado a mano con intensos colores y con un encanto muy especial. El jarrón es una pieza antigua con alrededor de 100 años de historia. Fue realizado a principios del siglo XX (entre 1900 y 1930), y a pesar de su delicadeza y fragilidad se encuentra en muy buenas condiciones. Lleva una peana de madera maciza que lo eleva y le aporta ligereza. La base del jarrón muestra un pequeño orificio en el centro destinado a introducir un cableado eléctrico: esto es debido a que el jarrón se reconvirtió en lámpara hace años. La decoración que adorna la porcelana es muy hermosa, llena de intensos colores y equilibrados motivos realizados a mano. Son imágenes estilizadas que representan objetos decorativos tales como jarrones, maceteros, floreros y mesitas. De algunos de los recipientes representados surgen impresionantes ramas floridas, algunas de ellas con frutos. Entre los objetos también hay representados otros motivos podemos ver un pájaro con rostro alegre, una especie de serpiente enrollada en una rama y un pergamino atado con una cinta, entre otros detalles. Los motivos están pintados en tonos muy brillantes y alegres, con predominio de los turquesas, rosas, amarillos y verdes. La imagen central y más importante la forman un grupo de recipientes, cofres y floreros entre los que destaca un gran jarrón de color turquesa con un dragón blanco dibujado en su interior. La atención al detalle y la precisión que se aprecian en el trabajo revelan la mano de un fantástico artista. La peana sobre la que se alza el jarrón es también muy atractiva: está fabricada en madera maciza tallada y torneada, y muestra un bonito diseño claramente oriental y un oscuro barniz ennoblecido por la pátina del tiempo. Medidas (sin peana): Ancho: 20 cm. Alto: 52 cm.