Antigua urna china de porcelana azul y blanca, en muy buen estado de conservación y altamente decorativa. Este tipo de porcelanas comenzaron a realizarse en China en el siglo IX, cuando se descubrió el pigmento azul derivado del cobalto, y en el siglo XIV eran producidas en masa en la localidad de Jingdehzen, que era conocida como la capital china de la porcelana. El apogeo de esta técnica se alcanzó en la época de Kangxi (s. XVII-XVIII), y en nuestros días se siguen fabricando piezas de este estilo. Esta hermosa urna lleva en su base la marca de Xiangfeng, octavo emperador de la Dinastía Qing y séptimo de China, que reinó de 1.851 a 1861. El suyo fue un reinado conflictivo por la adicción al opio del mandatario, que por esta causa falleció antes de los treinta años. Es muy posible que esta pieza date de la época indicada en el sello, es decir, de mediados del siglo XIX. La decoración está realizada a mano con gran cuidado y habilidad, y es de una gran complejidad. En los distintos paneles que están representados sobre la porcelana, ocho en total, distinguimos las figuras de los ocho inmortales chinos. Se trata de un grupo de deidades, representadas por ocho hombres de distintas fisonomías y edades, que fueron descritos por primera vez en la época de la Dinastía Yuan (1.279-1.378). Cada uno porta distintos elementos con diferentes poderes, todos ellos destinados a hacer el bien o destruir el mal. En esta pieza están reflejados en actitud apacible y sonriente, caminando por paisajes muy esquemáticos de estilo oriental. Los paneles con los ocho inmortales, de gran tamaño y forma ovalada, ocupan casi la totalidad de la superficie de la urna. Están rodeados por una decoración con fondo azul y ramas floridas, además de bellas cenefas decorativas. La tapa de la urna muestra cuatro símbolos sobre fondo también azul. Podemos distinguir marcas de horno en la base y la boca de la urna, y también en la tapa: se trata del característico tono marrón tostado producido por el calor del horno de cerámica, en el proceso de cocción artesanal. Un detalle muy especial, que unido a la antigüedad de esta urna y a la belleza de su decoración hacen de ella una pieza magnífica, perfecta para decorar cualquier rincón dentro del salón más exclusivo. Medidas: 210 mm ancho x 285 mm alto.