Esta atractiva figura decorativa es una pieza de plata maciza, modelada y tallada a mano en forma de grulla. Procedente de España y realizada a mediados del siglo XX, su potencial decorativo es muy notable. El ave ha sido perfectamente reflejada, con todos los detalles y las armoniosas proporciones que caracterizan a estos animales. Su expresión es concentrada y alerta, dando la sensación de que en cualquier momento empezará a volar. En las plumas de las alas podemos ver dos contrastes que dan fe del origen y la calidad de la pieza. El plumaje de la grulla llama poderosamente la atención: cada una de las plumas de las alas ha sido minuciosamente tallada para crear una gran sensación de realismo. Lo mismo cabe decir de la cabeza, en la cual destacan los ojos que parecen tener vida. En las plumas de las alas encontramos dos contrastes: uno de los cuales lleva grabada una hormiga, mientras que el otro muestra una estrella de cinco puntas. En la parte trasera del animal, las plumas de la cola caen y se curvan graciosamente, equilibrando la figura. Las patas son muy finas y estilizadas, con los pies formados por cuatro dedos cada uno. En ellas aparece cuidadosamente reproducida la escamosa piel del ave, con un realismo muy destacable. La postura del animal, con una pata por delante de la otra y las articulaciones ligeramente dobladas, está increíblemente conseguida y crea un grado de naturalidad sorprendente. En conjunto, se trata de una pieza decorativa y llena de encanto que destacará en cualquier estancia elegante. Esta fantástica grulla de plata será el complemento ideal para una hermosa vitrina, un expositor o un antiguo aparador de madera maciza. Medidas: Peso: 152 g. Ancho: 20 cm. Alto: 21 cm.