Este precioso conjunto formado por un cáliz y una patena, ambos realizados en plata maciza, procede de Francia y tiene más de cien años de antigüedad. Las dos piezas se presentan en un estuche de la época, en muy buen estado de conservación y perfecto para salvaguardar el conjunto y transportarlo con comodidad, si bien no es su estuche original y le queda un centímetro grande. Tanto el cáliz como la patena se encuentran en excelentes condiciones, hallándose decorados con relieves e inscripciones que incrementan su belleza. La plata está marcada con varios contrastes que garantizan su calidad y señalan el país de origen del artículo y el sello del platero. El cáliz, una pieza de bellísimo diseño, está realizado en plata dorada y decorado con elegantes relieves. En la base podemos ver tres delicados medallones redondos en plata sin dorar, con sus correspondientes imágenes de santos. Junto a los medallones, en la base descansa también una pequeña cruz griega esmaltada en azul ultramar. Bajo la base, una inscripción fechada en 1898 indica que el cáliz fue una donación de la Familia Henri Soyris. Sobre la base, el tallo lleva un nudo pequeño y otro más grande, decorado con grabados esquemáticos de inspiración floral. La copa lleva esta misma decoración en la base y varias líneas horizontales paralelas como única ornamentación. En cuanto a la patena, muestra un grabado con el Cordero de Dios rodeado de una inscripción latina: PANIS VIVUS AGNUS DEI. Este impresionante cáliz con su patena es una antigüedad llena de belleza, que merece formar parte de una gran colección o un museo de arte sacro. Medidas: Cáliz: Ancho: 14,5 cm. Alto: 22,5 cm. Peso: 244 g. Patena: Diámetro: 14 cm. Peso: 69 g.