B-898
Bellísimo crucifijo antiguo de plata maciza, labrado a mano. Con contrastes. Pieza de colección.
Bellísimo crucifijo antiguo de plata maciza, labrado a mano. Con contrastes. Pieza de colección.
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Magnífico Crucifijo Antiguo de Plata Maciza Labrada a Mano. Imperio Austro-Húngaro, S.XVIII- XIX
Bellísimo crucifijo antiguo de plata maciza, labrado a mano. Con contrastes. Pieza de colección.
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Espectacular crucifijo antiguo de plata maciza, totalmente decorado con relieves realizados a mano y en muy buen estado de conservación. El crucifijo, de gran tamaño, probablemente fuera fabricado en el Imperio Austro-Húngaro a finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX. Despliega una gran belleza: la decoración labrada a mano muestra una delicadeza y una precisión dignas de un gran artista. Toda la pieza está hecha de plata y lleva distintos contrastes, que dan fe de la calidad y la procedencia del noble metal. En la parte posterior de la cruz podemos ver dos pequeñas reparaciones antiguas, dos pletinas de metal con remaches que unen la cruz a los extremos. Sin embargo, estas reparaciones son invisibles desde la cara delantera del crucifijo y no interfieren en absoluto en su estética. La base del crucifijo es una cruz latina muy elegante, con relieves decorativos y abstractos en toda su superficie. Cada uno de los brazos está rematado en su extremo por una cabeza de putti o angelote, con las alas recogidas y rodeada de volutas. En la parte superior, bajo la cabeza de ángel y sobre la imagen de Cristo podemos ver el clásico pergamino con la inscripción INRI grabada a punzón. En la parte inferior de la cruz, bajo los pies de la imagen hay un relieve en plata que representa una calavera con dos tibias cruzadas: el clásico símbolo de la Muerte. Sin duda, lo más llamativo de este magnífico crucifijo es la imagen de Cristo que va sujeta a la cruz de la base. Se trata de un bellísimo relieve exento en plata maciza, de proporciones armoniosas y gran realismo. Representa a Jesucristo crucificado según los cánones clásicos, con un paño rodeando su cintura y coronado por un halo. El Salvador está rodeado de rayos de luz que parten del punto en el que los dos brazos de la cruz se encuentran. Tanto el relieve de Jesús como la calavera y el pergamino con la inscripción INRI se unen a la cruz mediante sólidos y discretos remaches. Por su belleza y su importancia, este crucifijo antiguo de plata merece destacar en una habitación señorial o en una gran colección de orfebrería religiosa. Medidas: Ancho: 27,5 cm. Alto: 39,5 cm.