C-068
Fantástico Organillo Antiguo Tournaphone de finales del siglo XIX. Con 3 rollos de música y 25 notas.
Fantástico Organillo Antiguo Tournaphone de finales del siglo XIX. Con 3 rollos de música y 25 notas.
Vendido
Disponible el:
Soberbio organillo antiguo Tournaphone fabricado en Estados Unidos a finales del siglo XIX (1880). El organillo llama la atención por su impresionante estado de conservación y su magnífico funcionamiento. La caja de madera maciza se ha restaurado por completo, de manera que a día de hoy la madera muestra todo su esplendor. La decoración dorada, que incluye el nombre del modelo TOURNAPHONE en grandes letras mayúsculas, está perfectamente conservada y en un estado realmente impresionante. El organillo tiene un mecanismo de 25 notas y se presenta con 3 rollos de música, cada uno con 5 melodías. Junto con el modelo Cabinetto, el organillo Tournaphone cuenta con el rollo de música más grande de todos los modelos de sobremesa jamás fabricados. El gran bloque de lengüetas hace que este instrumento genere una suave y profunda resonancia que no es habitual en organillos más pequeños. La caja está fabricada en madera de nogal americano, decorada con motivos dorados de inspiración art déco y gran belleza. En el interior de la tapa hay una etiqueta roja con las instrucciones de uso en inglés y el nombre de la empresa fabricante, G.H.W. Bates & Co. Los rollos de papel que acompañan al organillo también han sido restaurados. Los amantes de los instrumentos musicales de época verán en este antiguo organillo Tournaphone una pieza singular, de gran potencial decorativo.
Medidas: Ancho: 44 cm. Alto: 29 cm.
Historia del organillo
Un organillo es un instrument musical de cuerda cuyo origen se remonta a la década de 1870. Entre las primeras empresas que fabricaron y comercializaron este tipo de aparatos se encontraban las siguientes: John McTammany (Massachusetts), Autophone Company (Nueva York), Automatic Organ Co. (Boston), J. M. Draper (Londres), Paul Ehrlich & Co. (Alemania) y otras empresas situadas en distintos países del mundo. Las primeras patentes fueron solicitadas por Henry Bishop Horton, John McTammany y Paul Erhlich. Los organillos funcionan mediante rollos de papel o cartón perforados, discos de metal o cilindros de madera, en los cuales se graban las melodías. Las escalas musicales cuentan con entre 14 y 39 notas, dependiendo de la complejidad del instrumentos. Los organillos fueron inmensamente populares a finales del siglo XIX y principios del XX, pero con la irrupción del fonógrafo (y posteriormente del gramófono) terminaron por caer en el olvido.