Esta calculadora de molinete es un artículo de gran antigüedad, fabricado en Alemania en el año 1912. A pesar de su longeva edad la calculadora se encuentra en magnífico estado, funcionando además como el primer día. Se trata de una calculadora Brusviga, marca legendaria en el campo de la fabricación de máquinas de molinete o aritmómetros. Estas máquinas fueron inventadas por el ingeniero W.T. Odhner en 1873, y durante la primera mitad del siglo XX se hicieron enormemente populares por su fácil manejo y su fiabilidad. La calculadora que vemos en estas imágenes es una buena muestra de la calidad de estas máquinas: con ella se pueden realizar fácilmente las cuatro operaciones aritméticas básicas con total precisión.Brunsviga es el nombre de las calculadoras fabricadas por Grimme, Natalis & Co. desde el año 1892. En esa fecha, el ingeniero Franz Trinks compró los derechos de patente del sistema de molinete inventado por Odhner y la empresa comercializó muchos modelos de calculadoras de este tipo, manteniendo la producción hasta 1957. La que aparece en las imágenes es el modelo B, que se mantuvo en el mercado desde 1893 hasta 1927. En 1959 la firma Olympia Werke absorbió a Brunsviga, y a finales de los años 60 la empresa dejó de fabricar calculadoras. En la parte frontal, sobre los dígitos podemos ver el nombre TRINKS BRUNSVIGA grabado en el metal y esmaltado en blanco; se refiere al sistema importado y mejorado por el ingeniero de dicho nombre, antes mencionado.A la izquierda de la inscripción aparece el número de serie de la calculadora: 32431. Bajo él, un medallón de color blanco encierra las iniciales del nombre de la empresa, así como un logotipo que representa a dos grifos mitológicos sosteniendo un escudo. La calculadora se asienta sobre una base de madera maciza de roble, de bello color marrón dorado. A la base se le ajusta la cubierta protectora original de la máquina, fabricada en chapa de metal pintada de negro y con la cerradura y la llave originales (en funcionamiento). La tapa también conserva el asa.Magníficamente conservada y funcionando como nueva, esta calculadora Brunsviga es sin duda una pieza de colección.