Esta curiosa calculadora mecánica es una Brunsviga IV en estado de funcionamiento, un modelo muy poco corriente fabricado en Alemania en los años 40 del siglo XX. La calculadora muestra una estética muy simple, sin números grabados o esmaltados a la vista y con una carcasa de metal lisa, decorada con un sobrio esmalte gris mate con acabado martelé. Es una máquina sencilla y funcional, que a pesar de su aspecto básico es capaz de realizar operaciones aritméticas con resultados fiables. La máquina está en buen estado y conserva todas sus piezas y componentes originales. La calculadora que vemos en las fotos funciona mediante un mecanismo de molinete, un sistema desarrollado por W. T. Odhner a finales del siglo XIX en base al aritmómetro inventado por Lebiniz en el siglo XVII. En la parte frontal podemos ver una placa de metal con el logotipo y el nombre de la marca, BRUNSVIGA. Este nombre fue patentado como marca por la firma Grimme, Natalis & Co. De Braunschweig, Alemania. En 1892 la compañía adquirió las patentes de la calculadora de Odhner y empezó a producir el modelo bajo el nombre de Brunsviga (Braunschweig en Latín). En 1921 cambió su nombre por el de la marca y pasó a ser conocida como Brunsviga Maschinenwerke AG. Esta atractiva máquina es un buen ejemplo de la calidad y la fiabilidad de las calculadoras Brunsviga. La carcasa de metal esmaltado se encuentra en buenas condiciones y lo mismo cabe decir de las partes móviles, que solo muestran ligeros signos del paso del tiempo y del uso. Las piezas de baquelita negra y marrón son las originales y están bien conservadas. En la base de la máquina podemos ver su número de serie grabado en el metal, 239384, mientras que en la parte trasera aparece el nombre BRUNSVIGA impreso en letras blancas. Tan sencilla como sólida, esta calculadora antigua es un fantástico ejemplo de las máquinas de oficina de la primera mitad del siglo XX.