Dentro de las calculadoras mecánicas portátiles de principios del siglo XX, destaca este modelo Rema. Montada sobre una pequeña plataforma de madera de roble que sirve de base para su caja protectora, terminada en barniz de tonalidad miel, se presenta con su acabado original en esmalte negro en muy buenas condiciones. Así mismo, la numeración de todas sus partes, así como las indicaciones de suma, multiplicación, resta y división (Add Mult. Subt y Div.) presentan un estado tanto de grabación como de pintura realmente envidiable. Su funcionamiento mecánico es limpio, fluido, grácilmente engranado, permitiendo el disfrute tanto del objeto en sí, como de la capacidad inventiva del ingenio humano