Este curioso artículo es una cámara lúcida antigua, fabricada en latón dorado y original de principios del siglo XX. La pieza está completa y en muy buen estado de conservación, presentándose en su estuche de madera maciza original. Esta cámara lúcida procede de Francia y se encuentra en perfectas condiciones de uso: aún se puede emplear para reproducir objetos, personas y escenarios del natural, manteniendo las proporciones exactas al dibujarlos sobre el papel gracias a su ingenioso sistema de lentes. Para ello, el instrumento va acompañado de un juego completo de lentes con distintos aumentos. La mordaza situada en el extremo del brazo inferior de la cámara lúcida lleva grabada una inscripción que designa al objeto en sí (CHAMBRE CLAIRE UNIVERSELLE) e indica que fue fabricada en Francia. El latón dorado del que está realizado este instrumento está en buenas condiciones, y muestra una atractiva pátina que le confiere un encanto muy especial. El estuche de guardado, por su parte, está también muy bien conservado: está fabricado en madera de haya maciza y conserva el barniz exterior, así como los cierres de metal cromado. El revestimiento interior es de moaré color verde oscuro, una tela muy hermosa y muy bien conservada. En ella destaca la inscripción MADE IN FRANCE impresa en letras doradas. Esta hermosa cámara lúcida es un instrumento de dibujo lleno de precisión, encanto e historia, digno de un museo de las artes.
Medidas: Ancho: 30 cm. Fondo: 6,5 cm.
Historia de la cámara lúcida
La cámara lúcida es un invento del siglo XIX, diseñado para reproducir objetos del natural manteniendo las proporciones exactas sobre el papel. Los fundamentos de su funcionamiento ya habían sido descritos por Johannes Kepler en su obra Dióptrica (1611), pero no existe prueba alguna de que en la época se construyera ninguna cámara lúcida. La primera de la que se tiene noticia fue diseñada por William H. Wollaston en 1807; también fue Wollaston quien le puso nombre (camera lucida, término en latín que significa habitación iluminada en contraposición al de cámara oscura). Durante el siglo XIX y parte del XX, las cámaras lúcidas fueron enormemente populares. A modo de anécdota, señalar que en 1833 el pionero de la fotografía William Fox Talbot intentó reproducir imágenes del natural con una cámara lúcida pero al no ser capaz de obtener buenos resultados, decidió buscar por su cuenta un método para que las imágenes naturales se imprimieran de forma duradera. Hoy día todavía se comercializan y utilizan cámaras lúcidas para dibujar, aunque su uso no está muy extendido.