Antiguo estereoscopio Educa fabricado en Francia circa 1930, en magnífico estado de conservación y funcionando perfectamente. El estereoscopio está completo y se presenta con las 42 placas fotográficas originales que muestran monumentos y lugares icónicos del país. Este tipo de aparatos se empleaba por lo general para mostrar dichos lugares a los escolares, en la escuela, de ahí su nombre, Educa. Eran fabricados expresamente para el sistema docente francés por parte de la firma A. Mattey de París (bajo el nombre comercial de Unis France). El estereoscopio que vemos en las imágenes está muy bien conservado, con las lentes originales de época y todas las piezas en excelentes condiciones. La caja del estereoscopio es de madera de nogal, de tono claro y con un atractivo acabado satinado que recuerda la textura de la cera. Los oculares son de baquelita negra; sobre ellos hay una pequeña placa de latón dorado con la inscripción EDUCA APPAREIL ET PROCEDE. En la base del aparato hay un amplio cajón donde se guardan las placas fotográficas convenientemente ordenadas; para visualizarlas hay que montarlas en el marco de madera e introducir este por la ranura superior del estereoscopio. Las fotografías se muestran en 3 dimensiones, creando un curioso efecto óptico. Fascinante y decorativo, este antiguo estereoscopio Educa llamará la atención en cualquier estancia, aportando un toque original y diferente.
Medidas: Ancho: 28 cm. Alto: 45 cm.
Historia de la Estereoscopía
El principio de la estereoscopia se conoce desde hace siglos, pero no fue hasta el siglo XIX cuando se fabricó el primer visor, obra de Sir Charles Wheatstone. Sin embargo, ya en el siglo XVI se realizaron los primeros aparatos que permitían contemplar imágenes con cierto grado de profundidad. En 1834, James Elliot concibió la idea de construir un aparato que permitiera visualizar dos imágenes diferentes de forma simultáneas y así crear una impresión de perspectiva. Sin embargo, no lo llegó a construir hasta tres años después del lanzamiento del primer estereoscopio, diseñado por Wheatstone en 1838. Durante el siglo XIX proliferaron los aparatos que permitían contemplar las placas con cada vez mayor nitidez, y durante la primera mitad del siglo XX los visores estereoscópicos se convirtieron en aparatos muy populares. De hecho, su uso se prolongó hasta los años 70.