Raro estereoscopio automático o estereoscopio múltiple Le Multiphote, magníficamente conservado y en perfecto estado de funcionamiento. Este precioso modelo es el más pequeño de los estereoscopios automáticos. Fue fabricado en Francia circa 1910 y ha sido totalmente restaurado para mostrar el excelente estado que podemos apreciar en las fotografías. El estereoscopio conserva todas sus piezas y componentes originales y funciona muy bien, siendo todo un placer de utilizar. El cuerpo de estereoscopio es de madera de caoba, en muy buenas condiciones y con el precioso color rojizo que caracteriza a este material. El estereoscopio incluye un curioso sistema para visualizar las placas. El usuario debe extraer la bandeja con las placas debidamente colocadas y ponerla en la parte superior del aparato. Después, basta con ir retirando gradualmente la base de la bandeja para que las placas caigan delante de los oculares con las lentes. Una vez visualizadas, las placas caerán de nuevo en la bandeja inferior para poder repetir todo el proceso. El sistema funciona de maravilla y permite visualizar las placas cómodamente, manteniéndolas siempre organizadas. El estereoscopio lleva oculares de baquelita negra y lentes originales en muy buen estado, así como una placa placa color marfil con el nombre del modelo: LE MULTIPHOTE STEREO-AUTO-CLASSEUR. Además, se presenta con 24 placas fotográficas originales de época. Tan hermoso como original, este antiguo estereoscopio automático es una auténtica joya de principios del siglo XX.
Medidas: Ancho: 16.5 cm. Alto: 23.5 cm.
Historia de la Estereoscopía
El principio de la estereoscopia se conoce desde hace siglos, pero no fue hasta el siglo XIX cuando se fabricó el primer visor, obra de Sir Charles Wheatstone. Sin embargo, ya en el siglo XVI se realizaron los primeros aparatos que permitían contemplar imágenes con cierto grado de profundidad. En 1834, James Elliot concibió la idea de construir un aparato que permitiera visualizar dos imágenes diferentes de forma simultáneas y así crear una impresión de perspectiva. Sin embargo, no lo llegó a construir hasta tres años después del lanzamiento del primer estereoscopio, diseñado por Wheatstone en 1838. Durante el siglo XIX proliferaron los aparatos que permitían contemplar las placas con cada vez mayor nitidez, y durante la primera mitad del siglo XX los visores estereoscópicos se convirtieron en aparatos muy populares. De hecho, su uso se prolongó hasta los años 70.