Curiosa fusta de cuero antigua y muy decorativa, que se fabricó alrededor del año 1.900. La fusta es de origen árabe, para su uso en camellos, muy probablemente marroquí. Uno de los aspectos más atractivos de esta pieza es la presencia de una daga oculta, que aparece al retirar la empuñadura del cilindro hueco decorado con taraceas. La fusta se concibió seguramente para montar camellos, algo que parece indicar su poco habitual longitud. Está realizada en cuero negro trenzado, madera y metal, y se encuentra en buen estado de conservación, mostrando sólo ligeros signos de desgaste producto de su longeva edad y el uso. El cilindro central, que esconde la hoja de la daga en su interior, tiene un precioso decorado de taracea en distintos colores, de estilo árabe y muy bien conservado. El motivo es abstracto y simétrico, lejanamente inspirado en adornos florales. Está realizado a base de piezas rectangulares y cuadradas de color negro, rojo, blanco y ocre. Es un detalle que aporta un singular atractivo estético a esta pieza, muy característico del amor por la belleza del arte árabe. La delicadeza de este cuerpo central contrasta fuertemente con la sobriedad del cuero negro que conforma el resto de la fusta. Si extraemos la puntiaguda daga, veremos que es de sección hexagonal y está rematada en una larga punta. La daga lleva un rudimentario labrado con adornos lineales y está muy bien conservada. Se une a la empuñadura mediante una serie de anillos de metal labrados con punzón, que se encajan con una pieza de madera que después va forrada en cuero negro para formar la empuñadura. Se trata sin duda de un curioso objeto, muy antiguo y con un pasado fascinante a sus espaldas. Seguramente, cualquier amante de las antigüedades exóticas se sentirá orgulloso de contar con esta preciosa fusta antigua en su colección. Medidas: 890 mm largo.