Fantástico juego de 18 autocromos o placas autocromas estereoscópicas, revelados sobre cristal y muy bien conservados. Lo autocromos proceden de Francia y uno de ellos está etiquetado y fechado a mano, con una leyenda que indica que fue tomado en el Bosque de Fontaineblau en el año 1929. Las imágenes muestran distintos rincones y lugares de Francia: jardines, invernaderos, catedrales, canales, monumentos Todas ellas están coloreadas con la ingeniosa técnica inventada por los Hermanos Lumière a principios del siglo XX, mediante la cual las placas en blanco y negro se podían revelar añadiendo color durante el proceso. Los autocromos son piezas únicas y no se pueden reproducir, por lo que este juego es un artículo raro y exclusivo con todo el encanto de las imágenes de época. Los amantes de la fotografía antigua encontrarán en este juego de autocromos una pieza digna de figurar en la mejor de las colecciones. Medidas: 60 x 130 mm.