Gramófono portátil decorativo y lleno de encanto, fabricado en 1920 y en buen estado de conservación. Este tipo de gramófonos portátiles también se conocían como gramófonos de picnic, al ser habituales en excursiones y eventos al aire libre. El aparato está bien conservado, y su motor ha sido revisado y limpiado para ofrecer una excelente calidad de reproducción. El el gramófono suena muy bien.La caja es de madera forrada y tamaño pequeño. En el exterior está revestida de un material marrón que imita piel de cocodrilo. Este revestimiento se encuentra en bastante buen estado, teniendo en cuenta la antigüedad y el intenso uso a que muy probablemente fue sometido el aparato. Únicamente está desgastado en las esquinas y las aristas, mientras que en el resto de la superficie se encuentra en buenas condiciones. Cuando abrimos la caja encontramos el gramófono cuidadosamente desmontado, con las piezas dispuestas en distintos compartimentos. Basta con colocar el brazo que porta el reproductor y la manivela en sus lugares correspondientes para poder poner en marcha el gramófono.Algunas pieza del aparato muestran algún ligero signo de desgaste, pero son sólidas y también están bastante bien conservadas. Una vez cerrado, el gramófono es de un tamaño considerablemente reducido y se puede trasladar con toda facilidad.Este gramófono portátil conserva todo el encanto de los ingeniosos reproductores musicales de principios del siglo XX. Es una pieza perfecta para su exposición, pero también para disfrutar del inconfundible sonido de los mejores gramófonos vintage.