Máquina de Escribir Alemana Continental Standard. Año 1.910. En Perfecto Funcionamiento

Preciosa máquina de escribir Continental fabricada en Alemania en el año 1.910. Se trata del modelo Continental Standard, el más conocido y popular de la firma. La máquina se encuentra en muy buen estado de conservación y funciona de maravilla. La firma Continental fue fundada en el año 1.894 para la fabricación de máquinas fresadoras y motocicletas, y no fue hasta 1.904 cuando lanzó su primera máquina de escribir. El modelo Standard, el más popular, dispone de teclado de golpeo frontal en el cual las palancas con los tipos salen de un semicírculo central y golpean el papel desde delante (sistema frontsrike). La parte delantera puede levantarse para poder limpiar los mecanismos interiores. Continental fabricó otros dos modelos de máquinas de escribir: Silenta y Klein-Continental, de tamaño más pequeño. Esta máquina lleva teclado alemán, con las clásicas teclas redondas de la Continental Standard en negro y grafía ocre. Las teclas están rodeadas de un anillo en metal plateado. Está fabricada en hierro lacado en negro y decorada con el nombre de la firma en letras doradas, justo encima del carro. Bajo la palaba Continental aparece en letras más pequeñas la inscripción S. Gutmann - Nürmberg. Llama poderosamente la atención la preciosa etiqueta colocada sobre el teclado, en la que podemos ver un bello grabado que representa la fábrica de la firma Continental acompañada de la inscripción WANDERER WERKE A.G. CHEMNITZ. Todas las piezas son originales y funcionan a la perfección, con fluidez y suavidad. El lacado negro se encuentra en muy buen estado, al igual que las inscripciones y las etiquetas. En la parte trasera de la máquina hay una placa de metal plateado con el número de serie: 45139. También distinguimos la inscripción WANDERER WERKE CHEMNITZ (SACHSEN), así como una gran cantidad de patentes escritas en letras doradas desvaídas y una etiqueta amarilla con letras negras, en la que aparece el nombre y la dirección del que probablemente fuera el distribuidor original de la máquina: Fritz Röder. Se trata sin duda de una gran máquina de escribir, antigua y perfectamente conservada, digna de figurar en la mejor colección de antigüedades industriales de principios de siglo.