Imponente máquina de escribir antigua Underwood 5, con teclado español, fabricada en USA alrededor de 1920 y en magnífico estado de conservación. La máquina destaca por su impresionante diseño clásico, con sólido cuerpo de hierro fundido lacado y aberturas laterales y traseras. Funciona perfectamente, al haber sido revisada y engrasada para garantizar un óptimo rendimiento. Se trata de un auténtico clásico entre las máquinas de escribir de la primera mitad del siglo XX, que gana interés por su buen estado de conservación y su fabricación española. El teclado está en castellano e incluye la letra Ñ. El lacado negro que cubre el cuerpo de hierro se muestra en muy buenas condiciones: liso, brillante y sin rastros de óxido ni desperfectos. Lo mismo cabe decir de las inscripciones doradas impresas en distintos puntos de la máquina: la marca Underwood y el logotipo a color situados sobre el carro, la marca que aparece de nuevo sobre el teclado y bajo él, y la inscripción en inglés con información sobre la patente que podemos ver en la parte posterior. El teclado está también en muy buenas condiciones: está formado por teclas blancas con símbolos negros, reforzadas por anillos niquelados y en un estado casi impecable. Decorativa y funcional, esta maravillosa máquina de escribir antigua Underwood 5 es una auténtica joya de la ingeniería mecánica de principios del siglo XX. Historia de las máquinas Underwood La Underwood Typewriter Company fue fundada en 1895 por John T. Underwood. La empresa familiar fabricaba cintas entintadas para máquinas de escribir y papel carbón desde 1874, pero cuando algunos de sus clientes (como las famosas máquinas Remington) empezaron a fabricar sus propios suministros, se plantearon empezar a construir máquinas de escribir para ampliar el negocio. La primera máquina producida por la empresa fue un diseño de Franz Xavier Wagner, que se la mostró a J. T. Underwood: así nació la Underwood Nº 1. La Underwood Nº 5, que apareció en 1900, se ha definido como la primera máquina de escribir auténticamente moderna. En los primeros años de los años 20 ya se habían vendido dos millones de unidades, y sus ventas igualaron en cantidad a las de todo el conjunto del resto del sector. En 1959, la firma Olivetty compró suficientes acciones de Underwood como para controlar la empresa: en 1963 la fusión fue definitiva y la empresa pasó a llamarse Olivetti-Underwood, con sede en Nueva York. Al mismo tiempo, la firma entró también en el negocio de las calculadoras. El nombre Underwood apareció por última vez en ciertas máquinas de escribir portátiles Olivetti, producidas en España en los años 80.