Medalla para Comendador de la Orden de la Corona de Yugoslavia, con su estuche original. Otorgada por el Rey Alejandro I de Yugoslavia, de ahí que su núcleo central exhiba la corona regia en dorado y policromía en grana y azul sobre esmalte blanco de fondo. Queda rodeada por un anillo dorado que se sitúa en el centro de una cruceta acabada en esmalte blanco y con laurel en esmalte verde uniendo sus brazos. En la parte superior, ofrece un puente de unión con el enganche de la cinta, articulado, en esmalte verde, representando también un trofeo de laurel. Se encuentra en perfectísimas condiciones con el valor añadido de conservar intacto su estuche original en acabado azul en cuya tapa resalta en dorado la identificación de la clase de medalla: JUGOSLOVENSKA KRUNA III. La medalla descansa en su interior sobre bello terciopelo marino. El reverso de la tapa identifica al joyero: Huguenin Frertes & Co. Medalleurs. Le Locle (Suisse). La cinta guarda la misma tonalidad que la de la caja que la protege y se encuentra en envidiables condiciones. Su otorgamiento venía a reconocer a los ciudadanos yugoslavos que habían realizado méritos procurando bien la unidad nacional, o bien hacia la corona o el estado en el desarrollo del servicio público; así como a los extranjeros que habían ayudado al país. La Orden de la Corona Yugoslava era superior a la orden de San Sava. Rey Alejandro I de Yugoslavia instituyó la orden de la corona de Yugoslavia el 5 de abril de 1930, para conmemorar el cambio del nombre del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos al Reino de Yugoslavia. Ascendió al trono en 1921. Durante una crisis política en 1929 los fuertes movimientos separatistas dentro del país obligaron al rey a suspender temporalmente la Constitución para declarar una dictadura y para hacer mayor hincapié en la unidad nacional, lo que resultó en el nombre del país como Yugoslavia. Tamaño: 76 mm de alto (incluído el puente) y 55 mm de ancho