E-103
Soberbio microscopio monocular Seibert Wetzlar en excelente estado de funcionamiento. Con estuche de madera, objetivos y oculares.
Soberbio microscopio monocular Seibert Wetzlar en excelente estado de funcionamiento. Con estuche de madera, objetivos y oculares.
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Antiguo Microscopio Monocular Seibert Wetzlar. Alemania, Sobre 1920
Soberbio microscopio monocular Seibert Wetzlar en excelente estado de funcionamiento. Con estuche de madera, objetivos y oculares.
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Antiguo Microscopio Monocular Seibert Wetzlar. Alemania, Sobre 1920
Antiguo microscopio monocular Seibert Wetzlar fabricado en Alemania sobre 1920, muy bien conservado y con su estuche original de caoba. Este aparato despliega la calidad característica de la marca fabricante, pionera en el campo de la microscopía, encontrándose en buen estado de funcionamiento. Está formado por un sólido pie de herradura de metal esmaltado en negro y un conjunto de partes móviles de latón. El esmalte está bien conservado, con tan solo ligeros signos de desgaste producidos por el uso y el paso del tiempo. El latón, por su parte, conserva la laca transparente protectora original que le aporta una atractiva pátina. La cremallera y el diafragma están en buenas condiciones y se mueven de forma fluida, al igual que el resto de los ajustes y piezas móviles. El microscopio lleva revólver de 3 lentes; en la parte trasera podemos ver la marca, Seibert in Wetzlar. Va acompañado de un juego de 3 lentes (con sus estuches de latón originales) y 3 oculares, todos ellos de la marca. El conjunto se presenta en su estuche de madera de caoba maciza, bien conservado y con la cerradura funcionando.
Este clásico y antiguo microscopio monocular Seibert Wetzlar es la pieza perfecta para formar parte de cualquier colección de instrumentos de investigación de principios de siglo.
Medidas: Ancho: 10 cm. Alto: 35 cm. Fondo: 15 cm.
Historia de los microscopios Seibert
En los años 50 del siglo XIX, los hermanos Wilhelm y Heinrich Seibert se encontraban trabajando en la famosa empresa de microscopios de Carl Kellner. Junto a ellos estaba también Ernst Gundlach, quien en 1859 fundó su propio taller y se llevó consigo a los hermanos Seiberts. La mala gestión financiera de Gundlach llevó al negocio a la quiebra; él se marchó a Inglaterra en 1860, de donde regresó en 1865 para comenzar una nueva empresa en Berlín. Los Seibert volvieron a trabajar con él, pero en 1872 los problemas financieros se repitieron. Junto con Georg Krafft, los hermanos compraron el negocio. Gundlach se había comprometido a no volver a fundar una empresa en Alemania, por lo que emigró a los Estados Unidos. Entre tanto, los Seibert y Krafft se instalaron en Wetlzar; la empresa fue conocida como Seiberts y Krafft hasta 1884, y como W. y H. Seibert hasta 1925. Tras la muerte de Otto Seibert, Leitz Wetlzar adquirió el negocio.