Fantástico Microscopio Antiguo de Latón E. Leitz Wetzlar. Alemania, 1893

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Fantástico Microscopio Antiguo de Latón E. Leitz Wetzlar. Alemania, 1893

Fantástico microscopio antiguo de Latón E. Leitz Wetlzar fabricado en Alemania en 1893, maravillosamente conservado y en óptimo estado de funcionamiento. El microscopio, un original del siglo XIX obra de la famosa marca alemana, destaca sobre todo por dos factores: su gran tamaño, que indica que se trata de un instrumento de uso profesional, y su impresionante estado de conservación. A pesar de tener más de cien años de antigüedad, el microscopio está como nuevo y funciona de maravilla. Está fabricado íntegramente en latón; el metal conserva el acabado original transparente en fantásticas condiciones, excepto cierto desgaste mínimo en la base. En la base del aparato podemos ver el número de serie Nº 28632 grabado en el metal, número que se repite en el estuche.

El microscopio se presenta en su estuche de madera de caoba original de época y va acompañado de un completo juego de accesorios, formado por cuatro oculares y cuatro objetivos. En el interior del estuche encontramos las especificaciones de fábrica, según las cuales el microscopio está completo. Lleva revólver de tres lentes, cremallera en perfecto estado de funcionamiento y sistema de ajuste fino muy bien conservado. Todas las piezas y componentes del microscopio funcionan muy bien y se mueven de manera fluida y suave. El juego de accesorios se acompaña de un frasco de aceite para los objetivos de inmersión en aceite.

Los amantes de los aparatos de época encontrarán un auténtico tesoro en este fantástico microscopio antiguo de latón E. Leitz Wetlzar, tan atractivo como funcional.

Medidas: Ancho: 13 cm. Altura: 34 cm.

Historia de Ernst Leitz Wetlzar

Los inicios de la célebre firma de material óptico Ernst Leitz Wetzlar se encuentran en la primera mitad del siglo XIX, cuando Carl Kellner, mecánico y matemático autodidacta, fundó el Carl Kellner Optisches Institut en la localidad alemana de Wetzlar. Tras su temprana muerte, su viuda continuó con el negocio. En 1864, el ingeniero mecánico Ernst Leitz entró en la empresa; tras solo cinco años se hizo con el control y cambió su nombre por el de Ernst Leitz Wetlzar. Leitz llevó la empresa al éxito tras introducir mejoras como la producción en serie, que logró un gran incremento del volumen de ventas a partir de 1871. Los microscopios de Leitz incluían mejoras técnicas que aumentaban su calidad, lo que hizo que para finales del siglo XIX la empresa tuviera ya un sólido prestigio a nivel mundial. Ernst Leitz murió en 1920, y la empresa pasó a manos de su hijo. Además de por la fabricación de microscopios y material óptico, la firma Leitz aumentó considerablemente su fama gracias a la producción de las célebres cámaras fotográficas Leica (abreviatura de Leitz Camera).