Publicado el : 29/02/2024 11:28:42
Categorías : Antigüedades , Mode
Si leíste el artículo sobre cómo almacenar relojes de bolsillo antiguos, es posible que quieras saber cómo dar cuerda a un reloj de bolsillo. En Antigüedades.es somos entusiastas de los relojes de bolsillo, por ello a continuación te presentamos las claves para dar cuerda a ese reloj de bolsillo que tanto cariño tienes.
Te explicaremos los problemas que puedes encontrar y también cómo ajustar la hora. ¡Toma nota y disfruta plenamente de esta joya de la relojería!.
Si te apasionan los relojes de bolsillo antiguos, es importante que conozcas los diferentes movimientos que existen antes de dar cuerda a tu preciado tesoro. Cada movimiento tiene sus características y requerimientos especiales.
Pero antes de sumergirnos en los detalles de los movimientos de los relojes de bolsillo, es importante comprender qué es un movimiento. El movimiento de un reloj de bolsillo es el mecanismo interno responsable de hacer que las manecillas se muevan y de mantener la precisión del tiempo. Existen diferentes tipos de movimientos, cada uno con sus propias características y particularidades.
El movimiento mecánico es el tipo de movimiento más común en los relojes de bolsillo antiguos. Funciona a través de una serie de engranajes y resortes que se accionan manualmente mediante la cuerda. Este tipo de movimiento requiere que se dé cuerda al reloj a intervalos regulares para mantenerlo en funcionamiento. En general, la cuerda en estos movimientos dura al menos 24 horas, pero no es una regla fija.
El movimiento de cuerda manual es el más tradicional y clásico. Requiere que se dé cuerda manualmente utilizando una llave o corona. Este tipo de movimiento requiere un poco más de atención y cuidado, pero muchos coleccionistas prefieren la experiencia de dar cuerda a sus relojes de bolsillo.
El movimiento automático, también conocido como movimiento de carga automática, es una opción más moderna en los relojes de bolsillo. Este tipo de movimiento utiliza un rotor que aprovecha el movimiento natural del usuario para darle cuerda al reloj. Es ideal para aquellos que prefieren no tener que dar cuerda manualmente.
El movimiento de cuarzo es el más preciso y confiable de todos. En este tipo de movimiento, la energía se genera mediante la vibración de un cristal de cuarzo. Estos relojes de bolsillo suelen ser alimentados por una batería y no requieren dar cuerda manualmente.
Como a un reloj de bolsillo con movimiento de cuarzo no hace falta darle cuerda, sólo hablaremos de relojes mecánicos.
Los relojes de bolsillo evolucionaron con el tiempo, tanto en grosor, fiabilidad o incluso en el tipo de barril de cuerda o engranajes, como los escapes, pieza fundamental y que se usa para también para clasificar los relojes de bolsillo. Esta pieza es directamente responsable de la precisión en la hora de los relojes.
Los escapes evolucionaron desde los escapes catalinos o de paletas, los más antiguos, y con el tiempo pasaron a escapes de cilindro, de áncora o incluso dúplex. Así, es normal que un reloj de bolsillo con escape catalino o de paletas, adelante o retrase hasta 30 minutos al día. Se utilizaban los relojes de los campanarios de las iglesias, que eran más fiables, para corregir la hora al menos una vez al día. Posteriormente, con la evolución de los escapes, esta precisión fue mejorando hasta la puntualidad absoluta.
La forma de darles cuerda también evolucionó con el tiempo. Dentro de los movimientos mecánicos y no automáticos, que es donde habría que darle cuerda, hay dos grandes grupos: cuerda a través de una llave y cuerda a través de la corona. En primer lugar, si la cuerda se le da al reloj a través de una corona, no hace falta abrir la tapa trasera.
Hasta finales del siglo XIX, se les daba cuerda a través de una pequeña llave. Con esta llave, también se ponía en hora el reloj. Este mecanismo de llave varió con el tiempo. Así, los primeros relojes se les daba cuerda a través de un agujero en la parte frontal del reloj, para lo cual contaban con un cristal con bisagra y que se podía abrir para el efecto.
En este caso se les daba cuerda girando la llave en el sentido contrario al de las agujas del reloj. Esto tenía un problema y es que como el agujero estaba presente en la esfera frontal de porcelana, ésta podía dañarse con la llave si no se tenía cuidado. Por ese motivo, muchos o la mayoría de los relojes de bolsillo de esa época presentan ligeras picaduras o faltas alrededor del agujero de la cuerda.
Al mediados del siglo XVIII aparecen relojes que se les da cuerda por la parte trasera. Se sigue usando una llave y se sigue poniendo en hora con una llave en la parte frontal, en centro de las agujas. En este caso, se le daba cuerda girando la llave en el sentido de las agujas de reloj.
A mediados del siglo XIX aparecen relojes que se les sigue dando cuerda por la parte trasera con una llave, y que la puesta en hora, aunque sigue siendo con una llave, se hace también desde la parte trasera del reloj y ya no hace falta levantar la tapa de cristal para esto.
Solamente desde mediados del XIX aparecen los relojes a cuerda mediante corona, aunque no se harían populares hasta finales del XIX. Sin embargo, aquí, aunque darle cuerda era ya de la manera que todos conocemos, girando la corona, la puesta en hora del reloj también varía según la época.
Los primeros movimientos que se les da cuerda con la corona, no había que tirar de ella para poner el reloj en hora. De hecho, si alguien lo hiciera en uno de estos relojes, rompería la corona y dañaría el reloj. Esto es algo que dejo muy claro cuando alguien me compra un reloj de bolsillo, la forma de ponerle en hora.
Los más antiguos de este tipo de cuerda con corona, tenían una pestaña al lado del número 4 que había que sacarla para ponerlo en hora. Una vez sacada, se ponía en hora como un reloj normal. Luego se metía la pestaña y a funcionar. Se usó muchos años, incluso al principios del siglo XX.
Otro sistema que se usó hasta principios del XX para poner en hora un reloj de bolsillo era el botón uñero. Este era un botón que estaba al lado de la corona. Había que pulsarlo y mientras se mantenía pulsado, girar la corona. Se llamaba uñero porque había que introducir una uña en una hendidura para poder pulsar el botón hasta el fondo.
Ya, a partir del año 1900 es cuando se empieza a popularizar el sistema de tirar de la corona para poner en hora aunque otros sistemas aún se usarían durante un par de décadas.
Elige un lugar tranquilo y bien iluminado: Antes de comenzar, busca un lugar donde puedas trabajar de manera tranquila y con buena iluminación. La delicadeza de los relojes de bolsillo requiere precisión y atención al detalle, por lo que es importante tener un entorno adecuado para evitar posibles daños o errores.
Abre la tapa del reloj: Si el agujero de la cuerda, también llamado bocallave, está en la parte frontal, habrá una manera de levantar el cristal. Utiliza tus uñas o una herramienta pequeña, como una navajita de bolsillo, para abrir la tapa con cuidado. Algunos tienen un pequeño botón que al pulsarlo abre a tapa de cristal de forma automática, accionada por un resorte. Si el reloj tiene el agujero de cuerda en la parte posterior, será la tapa posterior la que hay que abrir. Si la boca de la llave está en la esfera, habría que introducir la llave y girarla en el sentido contrario a las agujas del reloj. Si está en la parte posterior, en el sentido normal de las agujas del reloj
Localiza la corona del reloj: Si no tiene agujero en la parte frontal o en la parte trasera, será la corona la que hay que accionar para darle cuerda. La corona es una pequeña perilla en la parte superior del reloj, típicamente sobre el número 12, aunque también puede estar en un lateral, al lado del número 3. La primera variante es la más habitual. Esta perilla se utiliza para dar cuerda al reloj y, en algunos casos, también para ajustar la hora. Identifica la corona antes de continuar con el siguiente paso.
Gira la corona en sentido horario: Para dar cuerda al reloj, gira la corona en sentido horario. Si el reloj ya está completo con toda la cuerda, sentirás resistencia al girar la corona y no podrás girarla más. En ese caso, no fuerces la corona, ya que podrías dañar el mecanismo interno y romper la cuerda. Si el reloj no está completamente cuerda, gira la corona hasta asegurarte de que esté completamente cargado.
Ajusta la hora: Una vez que hayas dado cuerda al reloj, puedes ajustar la hora. Si el reloj funciona con llave, la puesta en hora será con la misma llave, bien por la parte frontal, usando la llave en el centro de las agujas, o bien por la parte posterior si tienen una bocallave en la parte trasera, cerca del centro del reloj. La bocallave de darle cuerda suele estar alejada del centro de la maquinaria.
Si el reloj no tiene bocallave en la parte frontal o posterior, se le dará cuerda a través de la corona. Para ello, gira la corona en sentido de las agujas del reloj, de la manera que hemos explicado más arriba cuando hemos hablado de los distintos movimientos. Recuerda que algunos relojes requieren que la corona se extraiga para ajustar la hora, mientras que otros tienen otro tipo de mecanismo. Consulta con nosotros si tienes alguna duda.
Cierra la tapa del reloj: Una vez que hayas terminado de dar cuerda y ajustar la hora, cierra cuidadosamente la tapa del reloj. Asegúrate de que la tapa quede bien cerrada para proteger el mecanismo interno. Al cerrar la tapa del cristal, si ha sido necesario abrirla para operar con el reloj, presiona sobre los laterales de la tapa, sobre el anillo metálico en el que se asienta el cristal. Evita presionar el cristal directamente, pues podría romperse, y hay cristales que son muy complicados para encontrar repuestos.
Pon en marcha el movimiento: A veces, una vez se le da cuerda, el reloj no empieza a marchar por sí mismo. Sencillamente, parece que no anda. Si esto ocurre, puede ser necesario darle un primer impulso. Esta operación es similar a darle un primer impulso al péndulo de un reloj de pared. Para ello, coloca el reloj plano sobre la mano y sujétalo. Una vez estás seguro de que lo tienes sujeto firmemente, de forma que no salga volando, ejecuta un movimiento brusco y horizontal de la mano con un giro de muñeca.
Algo parecido al giro de muñeca de un golpe de raqueta de tenis, solo que de manera horizontal, como cuando se golpea la pelota de tenis de forma sesgada o lateral para darle efecto. Otro símil podría ser el movimiento de la mano al lanzar un señuelo con una caña de pescar. Es un movimiento de muñeca, no del brazo entero. No es necesario que sea un giro muy fuerte. Lo que buscamos que el volante del reloj haga su primer impulso, su primer tic.
Una vez hecho esto, el reloj comenzará a funcionar y ya no se parará. Si esto no funcionara, y el reloj siguiera son funcionar incluso con toda la cuerda, es posible que el reloj necesite alguna reparación o limpieza. Suele ser algo muy simple. La mayoría de las veces que el reloj no arranca con toda la cuerda dada y después de intentar darle el primer impulso, suele ser debido a suciedad en la maquinaria.
A veces una fibra o suciedad que se ha colado en el mecanismo, por aceite seco, o incluso por la falta o exceso de éste. Una limpieza suele solucionar el problema.
Realiza un mantenimiento regular: Al igual que cualquier otra joya o accesorio, los relojes de bolsillo antiguos requieren un mantenimiento regular para mantener su precisión y funcionamiento adecuado. Considera llevarlo a un relojero profesional cada cierto tiempo para que realice una limpieza y ajuste necesario. Esto puede ser cada varios años, ya que están preparados para durar en el tiempo, al menos los antiguos.
En cualquier caso, no suele ser imprescindible a no ser que se detecten problemas como que el reloj retrase mucho o bien se pare antes de gastar la cuerda. De nuevo, una buena limpieza solucionaría el problema. Otro problema podría ser que el muelle de la cuerda ha perdido fuerza, hasta el punto de no poder accionar el movimiento. En este caso, es necesario cambiarla, pero no suele ser habitual. Muchos de los relojes con varios siglos de antigüedad, suelen llevar aún la cuerda original con la que se fabricaron.
Independientemente del tipo de movimiento que tenga tu reloj de bolsillo, es importante tener en cuenta algunos cuidados especiales.
1. Evita exponer tu reloj de bolsillo a golpes o caídas, ya que esto puede afectar el funcionamiento del movimiento.
2. Mantén el reloj alejado de campos magnéticos, ya que pueden interferir con la precisión del tiempo, sobre todo los más antiguos. Al acercarlos a un campo magnético, algunas piezas podrían imantarse y esto haría que los engranajes dejaran de funcionar al no poder superar el campo magnético. Como digo, esto le ocurre sobre todo a los más antiguos. Al fin y al cabo, en el siglo XVII y XVIII ni siquiera se había desarrollado la electricidad salvo de forma experimental, por lo que este problema no lo tenían en cuenta los relojeros, ya que no existían campos magnéticos alrededor de los ciudadanos.
Especialmente el muelle en espiral del volante, puede magnetizarse, ya que esta pieza era de acero con gran cantidad de hierro, lo que hace, si esto ocurre, que ese muelle en espiral se pegue a sí mismo y deje de funcionar de la manera correcta. A partir de finales del siglo XIX, ya con el desarrollo del electromagnetismo, el teléfono y el telégrafo, empezaron a aparecer relojes con blindaje magnético que evitaban que las ruedas del movimiento se magnetizan.
Para evitar esto, además de los blindajes, también se empezaron a usar materiales más modernos que no eran magnéticos. Si esto ocurriera a su reloj, es muy sencillo solucionarlo, aunque habría que acércaselo a un relojero. Éstos tienen un pequeño aparato, que, al aplicarlo sobre el reloj, lo desmagnetiza. A veces es como magia. El reloj no funciona y una vez desmagnetizado, el reloj echa a andar con fuerza.
3. Si no vas a utilizar tu reloj de bolsillo durante un período prolongado, asegúrate de darle cuerda parcialmente cada cierto tiempo para mantener el movimiento en buen estado, si bien se conservan bien durante años sin necesidad de darle cuerda.
Lamentablemente, no existe una respuesta definitiva. La duración del reloj depende del tamaño del muelle y del diseño del mismo. Por lo tanto, la frecuencia con la que se debe dar cuerda a un reloj de bolsillo varía según el modelo que se tenga.
En general, un reloj mecánico de bolsillo debería durar al menos 24 horas desde la última vez que se le dio cuerda. Si se trata de un reloj de cuerda manual, se recomienda darle cuerda cada 24 horas, preferiblemente a la misma hora si se utiliza con regularidad, para asegurar su correcto funcionamiento. Lo normal es darle cuerda hasta el final, hasta que no acepte más. Una vez llegado a ese punto, no hay que forzarlo. Si tienes cualquier duda, en Antigüedades.es estaremos encantados de ayudarte.
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