Este curioso artículo es un bastón de sistema, un bastón para caminar, que al mismo tiempo es también una flauta travesera. El bastón, fabricado en raíz de cáñamo, está hueco en su interior y lleva una serie de perforaciones que permiten tocarlo, como si de una flauta travesera se tratase. Este interesante artículo data de principios del siglo XIX y está muy bien conservado, sin partes rotas ni deterioradas. La madera está protegida con un bello acabado satinado que enfatiza su color dorado natural. Además de ser un elegante accesorio, este bastón también es una pieza de coleccionista de gran originalidad.El bastón muestra en toda su longitud los característicos nudos de la madera de cáñamo. La empuñadura curvada es una de las partes más interesantes de toda la pieza, con su cara interior teñida de un intenso tono más oscuro. Este tono es producto de la acción del fuego, empleado para curvar la madera y darle la forma de gancho característica. Para ello, la caña se humedece y se expone a las llamas mientras se le va dando forma con hormas de metal. Además, si miramos detenidamente la empuñadura distinguiremos una delicada decoración, que muestra cuatro cenefas realizadas a base de círculos y puntos. Estos motivos se grabaron sobre la madera con punzón, creando un fino detalle que aumenta la belleza de este artículo.A lo largo del bastón podemos ver una serie de perforaciones, que lo convierten en el instrumento musical que también es. Son ocho agujeros en total: uno de ellos para soplar y el resto para tapar y destapar con los dedos, y así producir los sonidos. La flauta travesera funciona perfectamente, permitiendo a un buen músico sacarle delicadas notas. El extremo final del bastón está rematado con una sólida pieza cónica, más oscura, destinada a reforzar la punta que se apoya sobre el suelo al caminar.Este fantástico bastón-flauta travesera es un artículo de gran originalidad, lleno de encanto, que puede completar una buena colección de antigüedades curiosas.Medidas: Longitud: 900 mm.