Aristocrático joyero victoriano del siglo XIX, una antigüedad auténtica que seguramente perteneció a alguna dama de la alta sociedad, dada la nobleza de sus materiales y su bella factura. El joyero tiene forma rectangular y está realizada con madera de palma de caoba, que se caracteriza por su veta irregular haciendo ondas y por el intenso color, que va del rojo oscuro al dorado claro. La forma de la tapa es suavemente curvada, y los cantos interiores están lacados en negro. La madera va profusamente adornada con herrajes de latón, tanto en la bocallave como en las esquinas y en la tapa. Los herrajes tienen formas sinuosas y curvas, y están fijados a la madera mediante brillantes clavos también de latón y con la cabeza redonda. El joyero conserva la cerradura y la llave originales, que funcionan bien. En la tapa hay un elemento que convierte a este joyero en una pieza muy especial: está adornada con una placa rectangular realizada en bronce, y con una escena grabada. Se trata de una bucólica escena galante, en la que un caballero se arrodilla delante de su dama en medio de un bosque frondoso, en el cual también podemos distinguir una columna clásica que parece formar parte de una fuente. El bronce se conserva en perfecto estado y muestra un profundo tono negro rojizo. La placa también está rodeada por un bonito marco de latón pulido e historiado. En el interior del joyero aparece la clásica bandeja extraíble, cuidadosamente compartimentada. Tanto la bandeja como todo el interior están forrados de satén en distintos colores: se trata del forro original del joyero. El interior de la tapa está recubierto de satén acolchado de un intenso color rosa fucsia, y en el centro lleva una tira con pliegues destinada a colgar joyas. La caja va forrada en satén blanco, mientras que la bandeja está recubierta de satén fucsia y papel metalizado y blanco. El compartimento de mayor tamaño de la bandeja lleva una encantadora tapa forrada de satén fucsia acolchado y con una anilla dorada en el centro para poder retirarla. Dada la antigüedad de la pieza, todos estos elementos se encuentran en buen estado de conservación y son especialmente atractivos al tratarse de los originales. Por lo demás, la madera está en muy buenas condiciones y también lo están los herrajes y el bronce. En definitiva, se trata de un precioso objeto de tocador de época, que hará las delicias de cualquier dama que quiera guardar sus tesoros en un auténtico joyero victoriano, lleno de encanto antiguo y nobleza Tamaño: 27,5 cms x 8,7 x 12 cms.