Atractiva pareja de candelabros realizados en latón dorado y pulido, que datan del año 1.900. Son de procedencia francesa o alemana. Destaca principalmente en estos candelabros su excelente estado de conservación: el metal se muestra pulido y brillante, sin piezas rotas, abolladas ni oxidadas. Todas las partes son originales, desde la base hasta las copas, pasando por las uniones y sujeciones. Los candelabros muestran un precioso diseño vegetal, formando dos auténticas esculturas florales llenas de dinamismo y encanto. El diseño de ambos candelabros está basado en hojas y frutos de parra. De hecho, la base está compuesta por tres patas con forma de hoja de parra, que sostiene un vástago corto del que parten el brazo central y los dos laterales. De ellos parten estilizados tallos rematados por grandes hojas de parra, adornadas por otras hojas más finas y alargadas. El brazo superior, que sujeta la vela más alta, está decorado con una preciosa flor central que sirve como detalle estético principal. Llama la atención el minucioso trabajo realizado con estas flores, en el centro de las cuales podemos distinguir unos delicados estambres y pistilos. Bajo la flor central, y sostenido por un fino tallo, distinguimos también un pequeño racimo de uvas en cada candelabro. Ambos racimos reflejan la luz en la pulida superficie de las frutas, constituyendo un punto más de atracción visual. Son dos piezas antiguas, destinadas a adornar la mesa de cualquier gran celebración o un rincón destacado en la estancia más elegante. Medidas: 230 mm ancho x 310 mm alto.