Impresionante pieza de porcelana de Viena con forma de jarra, colocada sobre pedestal del mismo material y completamente decorada a mano. Esta porcelana lleva un sello en la base que la certifica como Porcelana de Viena del siglo XVIII o principios del siglo XIX. La Fábrica de Porcelana de Viena se fundó en el año 1.718 por el funcionario del gobierno de Austria (de origen holandés) Claude de Paquier. Esta fábrica fue la segunda del país que consiguió manufacturar porcelana de pasta dura en el continente europeo. La primera fue la fábrica de Meissen, también en Austria, y para la Fábrica de Viena de Paquier contó con la colaboración de artesanos procedentes de la de Meissen. La Porcelana de Viena se caracteriza sobre todo por su finura y su calidad, y también por la magnífica decoración con profusión de oro que llevan las piezas. Esta figura es un buen ejemplo de la belleza de las piezas vienesas. Representa una elegante jarra colocada sobre un pedestal de forma cuadrada. Toda la pieza está decorada a mano con gran profusión de cenefas, motivos decorativos y escenas. El color dorado es predominante en la porcelana, conservándose además tan vivo y brillante como el primer día. El pedestal está dividido en varias franjas horizontales, paralelas y regulares, cada una con una cenefa clásica diferente pintada en oro, rojo inglés, azul celeste, amarillo claro y negro. Por su parte, la jarra se alza sobre el pedestal separada de él mediante una pieza cuadrada de color blanco. Los dos laterales de la jarra están decorados con sendas miniaturas con escenas barrocas, una de ellas de tipo mitológico y galante, y otra en la que se ve a un grupo de mujeres bañando a un niño en un río. Entre ambos cuadros, la porcelana muestra con varias cenefas horizontales clásicas similares a las del pedestal. La parte superior de la jarra es de gran belleza, por su sinuoso y elegante contorno y la riqueza de su decoración. El asa es de inspiración vegetal y color oro, y el cuello y la boca llevan franjas verticales inclinadas en tonos marfil y negro, con motivos dorados. Esta suntuosa decoración nos resultará aún más interesante si tenemos en cuenta que fue completamente pintada a mano por grandes artistas de la época. Si damos la vuelta a la jarra, veremos que en el interior del pedestal hay un sello azul correspondiente a la porcelana de Viena fabricada en el s. XVIII. El pedestal de la figura muestra algunas restauraciones, que no entorpecen apenas la belleza y la elegancia de esta valiosa porcelana. Sin duda nos encontramos ante una pieza de coleccionista, tan hermosa como interesante, que será en el centro de todas las miradas en cualquier estancia donde se ubique. Medidas: 110 mm ancho x 380 mm alto.