Encantadora litofanía en perfecto estado de conservación. Esta pieza data del siglo XIX, y a pesar de su fragilidad ha llegado hasta nuestros días casi como nueva. Las litofanias son placas de porcelana que se fabricaron sobre todo entre los siglos XVIII y XIX. El efecto que producen se basa en un sencillo juego óptico: al proyectar una luz sobre la litofania descubrimos una imagen en blanco y negro, producida por la incidencia de la luz sobre distintos volúmenes modelados en la porcelana. Este tipo de piezas alcanzaron gran popularidad, sobre todo para confeccionar lámparas, y a día de hoy siguen siendo objetos llenos de encanto y magia. Esta litofanía está firmada y numerada por el dorso, donde descubrimos un sello con una M mayúscula y una cifra (1819), probablemente el año de fabricación) con una corona encima. Bajo este símbolo aparece el número de la litofania: 2280. Cuando la luz no incide sobre ella, la litofanía es simplemente una placa de porcelana blanca con un confuso relieve enmarcado y sin ningún color ni tonalidad. Es cuando se expone la placa a la luz cuando despliega toda su magia: descubrimos entonces una escena costumbrista típica de la época, llena de matices y sombreados. En este caso, la escena que nos revela la luz muestra a dos mujeres jugando a un juego de mesa, sentadas en el suelo y acompañadas de un niño y un perro. El niño está de pie tras la mujer de la izquierda, y el perro está sentado delante del niño, mirando a éste y de espaldas al espectador. El grupo se encuentra en el campo, en un paisaje romántico muy del gusto de la época. Toda la escena está rodeada de un marco con molduras y detalles decorativos en las esquinas. Se trata de una escena llena de encanto antiguo, que junto con la rareza de esta sorprendente pieza y su delicada factura la convierten en un artículo único, digno de la mejor colección. Medidas: 167 mm ancho x 200 mm alto.