Reloj de Pulsera Caballero Rolex Cellini. Oro 18K. Suiza, 1968

Reloj de Pulsera Caballero Rolex Cellini. Oro 18K. Suiza, 1968

Fantástico reloj de pulsera caballero Rolex Cellini de oro de 18K, fabricado en Suiza en 1968, y funcionando perfectamente. El diseño de este reloj es muy característico de su época, sobrio y elegante. Es el modelo Cellini con referencia 4114. La esfera es cuadrada y amplia, con el logo de la marca (una corona de 5 puntas) en la posición de las 12 y el nombre de la marca y el modelo impresos en finas letras negras. El logo también aparece en la corona, en el cierre de la pulsera y en la tapa posterior, donde va acompañado del número de serie grabado: 2682670. La correa es de malla de oro de 18K, un poco abierta en un punto, (foto 4), pero sólida. Dentro de la tapa posterior podemos ver varias numeraciones y contrastes, así como el gramaje del oro, 0,750. La maquinaria mecánica es muy bonita y está en excelente estado. Lleva 19 rubíes y tiene calibre 1600. El reloj viene en su estuche y caja original original pero no le acompaña la documentación.

Este reloj de pulsera caballero Rolex Cellini de oro 18K destacará en una buena colección o como parte del atuendo más elegante.

Medidas: Diámetro: 30 mm. Peso: 71 g.

Historia de Rolex

Rolex es una emblemática marca de relojería de lujo con más de 150 años de historia. Su origen se remonta a 1905, cuando Hans Wilsdorf y Alfred Davis fundan la empresa en Londres. En 1908 registran el nombre Rolex y cambian el nombre de la marca, que pasará a llamarse Rolex Watch Co. Ltd. Tras el término de la I Guerra Mundial, la inestabilidad económica que sufre el Reino Unido les impulsa a llevarse la empresa a Ginebra, Suiza. En 1920, Hans Wilsdorf registra la empresa en la ciudad suiza bajo el nombre de Montres Rolex SA, que más adelante se quedará en Rolex SA. Tras la muerte de su mujer en 1944, Wilsdorf crea una fundación privada a la que cede todas sus acciones, con el compromiso de que parte de las rentas de la empresa se entreguen a obras sociales. Wilsdorf muere en 1960; a partir de entonces la compañía pasa a manos de la fundación, que la sigue gestionando en la actualidad.