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Antiguo reloj francés de bronce dorado ca. 1850. Diana Cazadora sentada relajada, con arco y perro. Maquinaria Paris de 7 días
Antiguo reloj francés de bronce dorado ca. 1850. Diana Cazadora sentada relajada, con arco y perro. Maquinaria Paris de 7 días
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Elegante Reloj Antiguo de Bronce Dorado, Francia ca 1850 - Diana Cazadora
Antiguo reloj francés de bronce dorado ca. 1850. Diana Cazadora sentada relajada, con arco y perro. Maquinaria Paris de 7 días
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Antiguo Reloj de Sobremesa de Bronce Dorado. Diana Cazadora. Francia ca 1850
Este majestuoso reloj de sobremesa de bronce dorado, procedente de Francia y fechado alrededor de 1850, es una muestra excepcional del arte decorativo del siglo XIX, combinando una maestría artesanal exquisita con un simbolismo mitológico profundo. La pieza central del reloj es una representación de Diana Cazadora, la diosa romana de la caza, la naturaleza y la luna, sentada en una postura relajada y contemplativa. Diana está elegantemente modelada en bronce dorado, con un semblante sereno y majestuoso, simbolizando la calma y el control inherentes a su figura mitológica.
A su lado, se encuentra un arco, cuidadosamente apoyado junto a un aljaba de flechas, símbolos clásicos de la caza. Un perro fiel, compañero constante en las cacerías, está también presente, completando la narrativa de la caza y la fidelidad. La escultura de Diana no sostiene el arco, sino que reposa cómodamente, sugiriendo un momento de descanso después de la caza, un detalle que añade un toque humano y cercano a la representación divina.
La base del reloj está adornada con un intrincado relieve que describe una animada escena de caza, donde figuras humanas y animales interactúan en una composición dinámica. Este relieve no solo destaca por su detalle y precisión, sino que también refleja la habilidad excepcional del artesano en la creación de escenas complejas y detalladas en un material tan exigente como el bronce dorado.
El movimiento del reloj, elaborado en París, es un mecanismo de cuerda de 7 días con suspensión de hilo y campanilla, típico de los relojes de alta calidad de la época. Este mecanismo no solo asegura un funcionamiento preciso y confiable, sino que también ofrece una campanada clara y melodiosa que marca las horas con una elegancia atemporal. La pieza conserva su llave original, un detalle que añade valor y autenticidad, permitiendo al propietario mantener el mecanismo en perfecto estado de funcionamiento.
En cuanto a su estado de conservación, el reloj muestra una doradura que ha resistido admirablemente el paso del tiempo, manteniendo su brillo y detalle originales. Los elementos decorativos, desde la figura de Diana hasta los ornamentos florales y geométricos, se encuentran en excelentes condiciones, reflejando el esplendor de una época en la que el arte y la funcionalidad se entrelazaban en objetos cotidianos de lujo.
Este reloj no es simplemente un instrumento para medir el tiempo, sino una obra de arte que captura la esencia de una era de opulencia y refinamiento. Es una pieza ideal para realzar la decoración de un hogar sofisticado o para incluir en una colección de objetos históricos. Con su presencia, este reloj añade un toque de nobleza y sofisticación a cualquier entorno, evocando la grandeza de los salones aristocráticos del siglo XIX.
Medidas: 51 cm x 37 cm x 11,8 cm (20 in x 14,57 in x 4,65 in).
Historia de los Relojes de Bronce Dorado
Los relojes de sobremesa de bronce dorado, conocidos como "ormolu," alcanzaron gran popularidad en Francia durante el siglo XVIII y principios del XIX. La técnica de dorado al mercurio utilizada en estos relojes consistía en aplicar una capa de oro sobre bronce, creando un acabado brillante y duradero. Esta técnica, aunque ya no se utiliza debido a los riesgos para la salud, era el estándar de lujo en su época. Los temas mitológicos y clásicos, como el de Diana Cazadora, eran populares, reflejando el interés de la época por la antigüedad y los ideales neoclásicos.
La creación de estos relojes implicaba la colaboración de diversos artesanos, incluidos escultores, doradores y relojeros, quienes trabajaban en conjunto para crear piezas de arte funcionales y decorativas. Los relojes con mecanismos parisinos eran especialmente valorados, ya que París era el centro del lujo y la moda. Estos relojes no solo servían como instrumentos precisos para medir el tiempo, sino también como símbolos de estatus y refinamiento cultural.
Hoy en día, los relojes de bronce dorado son altamente apreciados por coleccionistas y decoradores, debido a su belleza estética y su representación de una época en la que la artesanía y el arte se valoraban profundamente. Son piezas que no solo embellecen un espacio, sino que también cuentan historias ricas y detalladas de tiempos pasados.