C-499
Bonito reloj de bolsillo antiguo con sistema Roskpof. Caja de metal dorado y maquinaria repujada de gran belleza. Funcionando muy bien.
Bonito reloj de bolsillo antiguo con sistema Roskpof. Caja de metal dorado y maquinaria repujada de gran belleza. Funcionando muy bien.
Vendido
Disponible el:
Reloj de Bolsillo Roskopf Antiguo. Maquinaria Repujada. Circa 1900
Bonito reloj de bolsillo antiguo con sistema Roskpof. Caja de metal dorado y maquinaria repujada de gran belleza. Funcionando muy bien.
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Precioso y antiguo reloj de bolsillo Roskpf con caja de metal dorado fechado circa 1900. El reloj está bien conservado, salvo por un pequeñísimo desperfecto en la esfera localizado entre los números VI y VII. Este detalle es apenas perceptible a simple vista y no interfiere en absoluto con la bella estética de la pieza. La caja lleva un marco grabado de bronce y la parte trasera es en metal liso. El reloj funciona perfectamente.
La esfera está protegida por el panel de vidrio original; es de color blanco con números romanos negros situados dentro de círculos color ámbar oscuro. En ella podemos ver impreso el nombre MANUEL BLASCO MORELLA. Las delicadas agujas son de metal dorado y de estilo Luis XVI. Si levantamos la tapa trasera de metal accederemos a la delicada maquinaria interna del reloj; las piezas aparecen cuidadosamente repujadas, profusamente decoradas con motivos y volutas formados por diminutos puntos, rayas y muescas. El conjunto resulta singularmente atractivo, siendo un detalle muy especial que aumenta el interés estético de este hermoso reloj.
Su excelente funcionamiento y su sencilla belleza hacen de este antiguo reloj de bolsillo Roskopf una auténtica pieza de coleccionista.
Medidas: Diámetro: 55 mm.
Historia de los Relojes Roskopf
Georges Frederic Roskopf fue un fabricante de relojes suizo, famoso por la invención del reloj que lleva su nombre. En 1835 Roskopf fundó su propio taller de relojería, dedicado a fabricar modelos para exportar a Bélgica y EEUU. Los mecanismos y las cajas eran de muy buena calidad, pero aún así el negocio no funcionó y Roskopf lo vendió en 1850. A partir de entonces siguió fabricando relojes para otros empresarios, y unos años después creó el modelo que le hizo famoso: el reloj del proletario o reloj del pueblo, con un coste de tan solo 20 francos suizos (la que entonces era la paga semanal de un obrero). Se trataba de un modelo fabricado en metal, con maquinaria precisa y sólida y muy buen funcionamiento. El reloj se hizo famoso y fue adquirido también por aristócratas y miembros de las clases altas y del ejército. Sin embargo, Roskopf no pudo patentar su diseño (al no existir en Suiza entonces un registro de patentes) y muchos otros fabricantes lo imitaron, vendiendo sus relojes bajo el mismo nombre con sutiles variaciones. Actualmente se conocen bajo este nombre también los relojes que llevan el mecanismo inventado por Roskopf.